|
(23)
Alimento de vida.-
Es precioso ver en la palabra del Señor que El no solamente se nos presenta como un tema teológico, con términos raros, como solemos usar aquí en la tierra, cuando nos ponemos a pensar o a filosofar; Dios se nos presenta como disfrutable; Dios siempre se representa como Alguien que se puede disfrutar; Dios se presenta como comida, Dios se presenta como bebida, Dios se presenta como que lo podemos respirar, como Espíritu, como aire; aunque claro que no es aire, pero se puede respirar, beber y comer; el Señor Jesús decía: "mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”.
Cuando la vida divina estuvo representada en el huerto del Edén, aparecía no como una biblioteca, sino que aparecía como un árbol de vida, y estaba en medio de los árboles frutales; y le dijo el Señor a Adán: mira Adán, puedes comer de todos los árboles del huerto; solamente del árbol del conocimiento del bien y del mal no debes comer porque morirás; pero, imagínense, del árbol de Vida podía comer, y el árbol de Vida era el árbol que estaba en medio del huerto.
Dios se nos presenta, pues, como cercano y como disfrutable, como Alguien a quien nos podemos acercar, estirar la mano y alcanzarlo, e introducirlo dentro de nuestro ser, para que llegue a ser asimilado por nosotros, y llegue a ir transformando nuestro ser a la imagen de El, llenándolo y expresándolo a El.
Uno llega a irse convirtiendo poco a poco en aquello que uno come; si uno come muchas cebollas y muchos ajos, por ejemplo, pues empieza a oler a ajo, empieza a oler a cebolla; si uno empieza a comer cosas, por ejemplo, tomates, zanahorias, remolachas, cosas para la sangre, se empieza a volver coloradito como un tomate, y uno empieza a convertirse en aquello que come.
Justamente eso es lo que Dios quiere para el ser humano; Dios se puso en medio del huerto representado en un árbol y puso al hombre en medio del huerto y le dijo: mira, Adán, puedes comer de todo; y el árbol principal del cual Adán debía comer era el que estaba en el medio, porque el que está en el medio es el principal, y el árbol principal es el árbol de Vida, y Dios es la Vida, Dios es vida; la vida eterna que estaba con Dios se nos manifestó y es Cristo. Cristo es la vida de Dios, tipificado allí en el huerto como el árbol de Vida, y el hombre debe comer de la vida de Dios.
Dios es vida para nutrirnos, para fortalecernos; si nosotros tomamos a Dios como vida, y no solamente como conocimiento, seremos fortalecidos en nuestro hombre interior, y los elementos divinos de la naturaleza divina empezarán a ser asimilados por nosotros, por nuestro espíritu, por nuestra alma, aún por nuestros huesos, y llegaremos a ir recuperando la imagen y la semejanza de Dios que se afectó en el hombre con la caída, pero que empieza a ser recuperada a través de la redención. Por eso la redención se realiza a través de la muerte y la resurrección de Jesucristo, transmitidas a nosotros por el Espíritu como vida. Espíritu de vida es llamado, pues Dios es vida y alimento.
|
|