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Bebida y respiración.-
No podemos dejar de enfatizar a Dios como vida para nosotros los seres humanos, y para la Iglesia como esposa, como cuerpo de Cristo; es el sustento de la Iglesia, es la vida de los hombres; Dios como vida; El se nos presenta como comida y como bebida.
Es interesante notar que el Señor se nos presenta también como bebida; habíamos estado considerando en el numeral pasado que El se presenta como comida, como árbol de vida con frutos para vida.
Pero ahora consideremos otra manera como El se nos presenta; El se nos presenta también como aguas vivas para beber; el Señor se nos presenta como aguas que se pueden beber; dice la palabra del Señor que se nos dio a beber del Espíritu Santo.
Que maravilloso que Dios nos es alguien lejano, por allá lejanísimo, sino que es Alguien que está cerca de nosotros, al cual podemos acercarnos con nuestra sed, con nuestras dificultades, y venir al Señor y beber vida eterna; beber al Señor, beber el Espíritu de Dios.
Es precioso que Dios se nos da a través de Su Espíritu; Dios se manifestó a través de Su Hijo; el Padre se manifiesta a través de Hijo, y el Padre y el Hijo se nos dan para beber a través del Espíritu Santo. Jesús dijo: "Y cuando el Espíritu Santo viniere, dice, El tomará de lo mío y os lo hará saber”; o sea que el Espíritu Santo trae lo que es de Cristo, pero Cristo nos trae lo que es del Padre, porque el que recibe al Hijo, recibe también al Padre, porque el Padre está en el Hijo. Por eso Jesús decía: "Tú, oh Padre en mí y Yo en ellos, para que sean uno"; ahí vemos la vida y la edificación de Dios.
Entonces, vemos a Dios cercano y bebible; ¿qué les parece? Que el Espíritu de Dios se puede beber. Por eso también se dice que no nos embriaguemos con vino, sino que seamos llenos del Espíritu; amén. Nosotros podemos beber del Espíritu Santo; el Espíritu se nos dio a beber a todos, y todos los que bebemos del Espíritu somos bautizados por el Espíritu en un solo cuerpo; y ese cuerpo es la casa de Dios, la edificación de Dios.
Para nosotros poder crecer en el propósito divino y ser edificados juntamente con todos los santos, necesitamos beber del Espíritu de Dios.
El Espíritu de Dios se puede también respirar; ¿qué les parece? Hay palabras en la Biblia que son distintas en el idioma original; por ejemplo: vida; hay tres palabras para vida, tres palabras para amor en el griego, y varias en el hebreo, porque Dios no quiere que confundamos lo que es amor del cuerpo y lo que es amor del alma y lo que es amor ágape, divino; tampoco quiere Dios que confundamos lo que es vida espiritual con lo que es apenas vida psíquica, o apenas vida biológica; pero sí hay una palabra que sí parece que Dios nos dejó en el original como para que la confundamos; parece que Dios quiere, no que nos confundamos, sino que asociemos la palabra espíritu con la palabra aire o la palabra viento; hay una sola palabra en el original griego y es pneuma (pneuma); y pneuma quiere decir aire, y quiere decir también espíritu; y Dios es pneuma; así como nuestro cuerpo físico respira el aire, Dios quiere que nuestro espíritu respire el Pneuma Divino, el Espíritu de Dios. Dios es cercano, lo podemos comer, beber y respirar para nutrirnos y edificarnos en Dios y para Dios.
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