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XI
LA CO-EXISTENCIA
DEL VERBO CON DIOS
El apóstol Juan, continúa diciendo: "Y el verbo era (estaba) con Dios". [κα_ _ λόγoς _v πρ_ς τ_v Θεόv]. Era con, estaba con. Era (_v), del verbo “eimi” (existir, ser) y con (πρ_ς), co‑existencia.
Es de suma importancia detenerse en esta declaración; está colocada exactamente antes y repetida después de la declaración: “Y el Verbo era Dios”. La declaración acerca de la Divinidad del Verbo está, por así decírlo, envuelta, "emparedada", entre dos declaraciones acerca de la coexistencia del Verbo con Dios:
“1Y el Verbo ERA CON Dios, y el Verbo era Dios. 2Este ERA en el principio CON Dios". Esto tiene un propósito bien definido: confesar al Hijo como al Padre, distinguirlo y no confundirlo. Al decir que era con Dios está reconocíendola existencia subsistente del Verbo junto al Padre desde la eternidad: era con Dios, mas sin dividir la Substancia esencial, pues también era Dios. Así que éstas dos declaraciones tienen que ir juntas: era con Dios y era Dios. No basta una sola de ellas, pues una media verdad puede desviarnos.
El Verbo es la Imagen de Dios, es Aquel Quien por el cual Dios el Padre lo hizo todo. El Padre todo lo hizo por el Hijo. Proverbios 8:30 nos decía: "CON ÉL estaba yo ordenándolo todo, y era su delicia de día en día, teniendo solaz DELANTE DE ÉL en todo tiempo". Con Él, delante de Él, como queda implicado en la palabra griega de Juan 1:1: πρ_ς (pros). En la epístola primera de Juan, (1:2), se nos dice: "...os anunciamos la vida eterna, la cual estaba CON EL PADRE, y se nos manifestó". La vida es el Hijo. El Hijo es persona y comulga con el Padre desde antes de la fundación del mundo: "Ahora pues, Padre, glorificame Tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve CONTIGO antes que el mundo fuese".
Quien habla en este pasaje es la persona del Hijo; habla, comulga con el Padre; y no habla simplemente como hombre, como si fuera meramente el tabernáculo humano hablando con la Deidad, según piensa el modalismo monarquiano patripasionista y unicista. ¡No! Quien habla es el Hijo, el Verbo encarnado, pre‑existente, pues dice: "...aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese".
La naturaleza humana del Hijo tuvo principio en el vientre de la Virgen María, y no tuvo existencia real antes de la fundación del mundo; sin embargo, la Naturaleza Divina del Verbo compartía la gloria con el Padre, siendo el resplandor mismo de ella antes que el mundo fuese. Aquí co‑existencia implica co-inherencia, pues el Padre es en el Hijo y el Hijo en el Padre (Juan 14:10,11).
La co‑existencia del Verbo con Dios, del Hijo con el Padre, queda, pues, aquí expuesta, sin dividir la Substancia esencial Divina, compartiendo la gloria desde antes de la fundación del mundo, Su delicia delante de El.
“ESTE era en el principio con Dios”.96 Éste, no esto; el Verbo no es un esto, sino que es éste, y era en el principio con Dios. Si Dios el Padre es un Dios personal trascendente, Su Verbo, que es Su Imagen, siendo Su fiel representación, es de hecho igual a Él; y es por lo tanto también personal, para revelar al Padre tal cual el Padre verdaderamente es. "A Dios nadie la vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del padre, él le ha dado a conocer".97 El Hijo es, pues, aquel TÚ a QUIEN el Padre dice: Yo TE engendré hoy.98
No es, sin embargo, el Hijo otro Dios, sino más bien: "...El verbo era Dios".99 y "...El Hijo de Dios ha venido, y no ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna" (l Juan 5:20).
No es, pues, el Hijo otro Dios, sino Su imagen misma, Su Verbo, Su Sabiduría, el resplandor de Su gloria, el heredero de Su plenitud, el objeto de Su amor eterno, Aquel con quien el Padre lo comparte todo. "Todo lo que tiene el Padre es mío", "Y lo mío tuyo"; como está escrito; "Por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud".101
Entonces llegamos al momento de abordar con más detenimiento la verdad acerca de la divinidad del Verbo.
Cfr. Juan 17:5; Filipenses 2:6.
Cfr. Proverbios 8:30. 96Juan 1:2. 97Juan 1:18. 98Juan 1:1. 991 Juan 5:20.
Juan 16:15; 17;10. 101Colosenses 1:19.
Consideraciones más exhaustivas del autor al respecto en “Cristo en la Eternidad y la Trinidad”.
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