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Las trasgresiones y el pecado.-
Es la epístola a los Romanos, del apóstol Pablo, la que por excelencia nos muestra estos distintos niveles del pecado que
hemos mencionado en los numerales anteriores: transgresiones, pecado y ley del pecado y de la muerte; no son lo mismo, aunque están íntimamente relacionados.
Las transgresiones o pecados se refiere a los actos de desobediencia a Dios; a eso es a lo se le llama pecados en plural; pecados, desobediencias, transgresiones; pero en los mismos capítulos de la carta a los Romanos, ya avanzando un poco más en la lectura, vemos que hay una diferencia en el uso de la palabra; cuando el apóstol Pablo en los primeros versos estaba hablando de las transgresiones, después empezó a hablar, ya en singular, de el pecado. Ya no habla solamente de las transgresiones como actos, sino de la naturaleza pecaminosa que es la que impulsa a cometer esos actos.
El problema de Dios con nosotros los hombres no es solamente lo que nosotros hacemos; el problema de Dios con nosotros es mucho más grave: es con lo que nosotros somos, con lo que llegamos a ser desde la caída del hombre y por mero nacimiento natural adámico; heredamos del primer hombre la naturaleza vendida al pecado. El pecado, en singular, entró en el mundo por un hombre.
La naturaleza adámica pecaminosa fue transmitida a toda la raza humana a través de la simple generación; por eso es que dice el salmista: "En pecado me concibió mi madre"; es decir, que no llegamos a ser pecadores cuando cometemos el primer pecado, sino que cometemos el primero y los demás pecados, porque nacimos pecadores. La Palabra nos dice que, por el pecado de un hombre, los muchos fueron constituidos pecadores; eso está en el capítulo cinco de la carta a los Romanos.
Así que el ser humano es pecador por constitución; entonces, distinguimos aquí un nivel más terrible del pecado; el pecado no son solamente transgresiones; ciertamente, una de las definiciones de pecado en el plano más superficial es que el pecado es transgresión de la ley; entonces, los actos de desobediencia son el nivel del pecado como transgresión; pero estamos viendo que las transgresiones se hacen por causa de la concupiscencia de la naturaleza del pecado adámico heredado naturalmente por nacimiento natural; todo ser humano ha heredado la naturaleza pecaminosa, y a eso es a lo que ya en singular se le dice en la carta a los Romanos: "el pecado".
En numerales siguientes, Dios mediante, volveremos sobre la ley del pecado y de la muerte.
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