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Distintas clases de emociones del alma.-
Como en los últimos numerales pasados, también en este continuaremos examinando algunas de las importantes Escrituras que nos muestran la importante diferencia entre las funciones del espíritu y las funciones del alma; ¿por qué importante? porque se nos insta y exhorta a andar en el espíritu, y se nos insta y exhorta a negarnos a nosotros mismos; es decir, someter nuestra alma a la cruz, para que resucite dirigida por el Espíritu de Dios, expresando el sentir de Dios, la mente de Dios y la voluntad de Dios; así que examinemos otras de las emociones comunes del alma.
La emoción está radicada en el alma del hombre; y como decíamos en otro numeral, hay distintas clases de emociones: emociones de afecto, de deseo y de sentimiento, para resumirlas en estas tres palabras. Veamos algunas de las emociones de afecto; no todos los afectos son agradables; hay también afectos que son desafectos; por ejemplo, en Job 33, verso 20; leemos la expresión que dice: "que le hace que su vida aborrezca el pan y su alma la comida suave"; vemos aquí que esta “vida” se identifica con la vida del alma, la vida de la psique, aborreciendo; el alma es la que aborrece; cuando a usted no le gusta cierta comida, esa es su alma aborreciéndola.
Veamos otro ejemplo de emociones de afecto en el alma; leemos en Deuteronomio 6:5, ya no en el sentido de aborrecer, sino por contrario, en el el sentido de amar, vemos que en Deuteronomio 6:5 dice: "Y amarás a Yahveh de todo tu corazón, y de toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Así que con el alma se aborrece, y con el alma se ama también a Dios. Claro que hay un amor que nace del Espíritu; es el amor ágape; pero ese amor tiene que controlar las emociones de nuestra alma, y el alma tiene que amar también con todas sus fuerzas, controlada por el Espíritu, y sostenida por el Espíritu; amar al Señor y amar al prójimo.
Veamos un ejemplo del alma ligada en amor; en primero de Samuel, Capítulo 18, verso 1; leemos que dice allí: "aconteció que cuando él hubo acabado de hablar con Saúl, el alma de Jonatán quedó ligada con la de David y lo amó Jonatán como a sí mismo"; vemos, pues, aquí que este afecto entrañable, este afecto fraternal, es una función del alma. Cuán importante es también el alma para el hombre, cuando no está ligada allá en su libertinaje, sino cuando está gobernada por el Espíritu de Dios. Vemos, pues, al alma hastiada, o al alma aborreciendo, o al alma amando.
Podemos leer en el Salmo 107, otro sentimiento peculiar del alma; no todos son agradables; el versículo 8 de salmo 107 dice: "alaben las misericordias de Yahveh y sus maravillas para con los hijos de los hombres, porque sacia el alma menesterosa y llena de bien el alma hambrienta”.
Vemos, pues, aquí, el alma menesterosa y el alma hambrienta siendo saciada y siendo llenada de bien por Dios. El alma es la que ama. En Cantares 1:7 se nos habla de que ama mi alma; en Zacarías 11:8 se nos dice que el alma se impacienta y que el alma aborrece; en cambio en Lucas 1:46 se dice que el alma engrandece a Dios. Estas son distintas clases variadas de afectos, que son funciones propias del alma, la emoción del alma.
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