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XVIII
“EL PADRE, EL VERBO
Y EL ESPÍRITU SANTO”
DE 1 JUAN 5:7
En el contexto de su época, el Apóstol Juan, utilizó, pues, efectivamente el título "Verbo” para aplicarlo a Jesucristo, identificándole a Éste con Dios. Hoy en día, aparece en unas versiones y en otras no un pasaje en la primera carta de Juan equiparando al Padre, al Verbo y al Espíritu Santo; he aquí lo que sabemos relativo al versículo que es controvertido hasta el día de hoy.
El pasaje que aparece en 1 Juan 5:7: "Y tres son los que dan testimonio en el cielo: El Padre, el Verbo y el Espíritu Santo, y estos tres son uno", no se halla en ningún manuscrito griego anterior al siglo XV; está omitido en todos los manuscritos más antiguos, incluso en los más antiguos de la Vulgata Latina; no se halla en los manuscritos Alef, A, B, C, K, tampoco en los códices Amiantino, Fuldensio, ni Harleiano, y es ajeno a todo códice conocido anterior al siglo IX excepto el manuscrito Wizanburgense. Se omite en las versiones árabe, armenia, eslabónica, etiópica y siríaca; y a pesar de que 1 Juan 5:6, 8 y 9 es citado varias veces por los más antiguos de los llamados "padres" de la iglesia, de habla griega, sin embargo el verso 7 no es citado ni siquiera en las controversias trinitarias de los primeros siglos.
Hay sin embargo una alusión en Cipriano de Cartago (196 d.C) y también en Tertuliano (213 d.C); a fines del siglo IV Prisciliano contiene el pasaje, y Vigilius de Thapso, a fines del siglo V es el primero en citar el verso como perteneciente al texto. A varios eruditos les ha parecido que de ser un comentario marginal queriendo dar el sentido del contexto, fue introducido al texto de la Vulgata Latina a partir del siglo VIII. Es de interés notar que el comienzo del pasaje, en griego, en los versos 6, seguido del 8, utiliza la palabra "tres" en masculino, y no en neutro como correspondería a "Espíritu, agua y sangre" del verso 8.
El manuscrito más antiguo de la Vulgata Latina que contiene el pasaje es el Wizanburgense 99, del siglo VIII; después se halla en la mayoría de los manuscritos de la Vulgata Latina posteriores al siglo IX, en las ediciones clementinas. Sin embargo, se halla también en los Extractos de la Speculum (antigua latina), que es un manuscrito un poco anterior, probablemente del siglo VI o VII.
En la historia de una persecución en África, por causa de los vándalos, una comunidad cristiana en el año 484 d.C., en su confesión de fe, cita el pasaje.
El Códice Regio, de Nápoles, en griego, contiene el pasaje al margen añadido al parecer por manos posteriores; lo contiene también en griego el Códice Raviano (Babbianus), de Berlín, el cual sin embargo, es copiado de la Políglota Complutense; en griego, lo contiene en el Vaticano, el Códice Otabiano, 298, del siglo XV, pero es también apenas una traducción de la Vulgata Latina.
Erasmo no incluyó el pasaje en sus primeras ediciones del texto griego, pero ofreció incluirlo si se le mostraba un solo manuscrito griego que lo contuviese; se le presentó el Códice Británico identificado con el manuscrito Montefortiano de Dublín del siglo XV o aun posterior, y copiado de la moderna Vulgata Latina. Erasmo entonces incluyó el pasaje en su tercera edición, y de ésta, junto con las ediciones Clementinas de la Vulgata, y la Políglota Complutense, pasó el pasaje a Beza, Elzivir y Stephen. Ediciones de imprenta insertaron el pasaje en la Peshitta, y en algunas ediciones armenias y eslabónicas. Hoy en día, encuéntrase en algunas versiones como parte del texto, en otras cítase al margen, y en otras omítese. Tan sólo hemos presentado los hechos por nosotros conocidos para que cada cual tome su posición personal ante los hechos presentados.
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