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Guardar el buen depósito evitando la gnosis.-
Lemos en la primera carta del apóstol Pablo a Timoteo, en el capítulo seis, el verso veinte: “Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada gnosis”. En este verso quisiera llamar la atención a dos palabras claves: una es “guarda”, la otra es “evitando”; la carga del apóstol se remarca en estas dos palabras: guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamado gnosis, o ciencia.
El apóstol está interesado en que los cristianos, especialmente aquellos obreros colaboradores como Timoteo, guarden lo que se ha encomendado. Es muy fácil distraerse con ocurrencias múltiples, y disímiles, y apartarse de la línea central del propósito divino, de la intención de Dios, del ministerio del Nuevo Testamento. Por eso el apóstol le encarga: “guarda lo que se te ha encomendado”.
Hay algo específico que por Pablo le ha sido encomendado a Timoteo; es el ministerio que se recibió del Señor, del cual no hay que apartarse a diestra ni a siniestra. Esa era la preocupación del apóstol. Por eso en su segunda carta le vuelve a decir a Timoteo en el capítulo dos, verso dos: “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”. En este verso, como en el anterior, se ve lo que dice el apóstol: lo que has oído de mí; es un depósito específico recibido en los comienzos del Cristianismo; es algo que debe conservarse, que debe transmitirse; es por eso que recordábamos aquel pasaje también en la misma carta, en el capítulo uno, verso catorce, donde dice: “Guarda el buen depósito por el Espíritu Santo que mora en nosotros”.
Existe, pues, algo que se llama el buen depósito, algo que se encarga, algo que se ha recibido, algo específico, algo definido; no es una cosa nebulosa, no es algo de lo cual no se sabe bien qué es; no son improvisaciones; Dios se ha revelado, nos ha dado un mensaje definido; es el ministerio del Nuevo Pacto; y eso es lo que Pablo estuvo predicando, y eso es lo que Pablo está encomendando con mucho cuidado a Timoteo.
Todo obrero del Señor y todo siervo de Dios, necesita recibir esta carga que el apóstol Pablo estaba trasladando a Timoteo: el buen depósito de Dios.
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