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La Persona de la Sabiduría Divina.-
En el Libro de los Proverbios, en el capítulo ocho, vemos algunos versos; un pasaje muy precioso, que se corresponde con aquel del numeral anterior: el Verbo que era con Dios, y era Dios, antes de todas las cosas, y por medio de Quien Dios creó todas las cosas.
En Proverbios ocho, vemos que nos está hablando la Sabiduría; inclusive la Sabiduría Personificada; porque en el verso doce dice: "Yo, la Sabiduría"; entonces vemos a la Sabiduría de Dios Personificada, tomando conciencia de Sí misma, y diciendo "Yo". Y desde el versículo 22, hasta el versículo 31, vemos una descripción preciosa de la Sabiduría, que se corresponde con lo declarado bajo el Espíritu Santo, por el apóstol Juan, en su primer capítulo del Evangelio; vemos allí la Sabiduría, la cual es Cristo, como lo dice Pablo: Cristo es la sabiduría y el poder de Dios; y la Sabiduría habla aquí en Proverbios, y dice: "Yahveh me poseía en el principio, ya de antiguo, antes de sus obras”.
Por eso es que Juan dice que El era antes de todas las cosas; y la Sabiduría dice: “eternamente tuve el principado desde el principio". Cuando dice: eternamente tuve el principado, allí vemos la pre-existencia eterna del Verbo de Dios en relación a todas las cosas.
Y dice: "Antes de la tierra, antes de los abismos, fui engendrada" Esa palabra engendrada no quiere decir creada; quiere decir que participa de la sustancia de Dios; cuando el Padre está resplandeciendo, entonces el resplandor de la gloria de Dios se puede decir como engendrado, pero no es que tenga principio, no es sea tenga una creación, porque Dios eternamente es sabio, eternamente es glorioso; por lo tanto, Su sabiduría le acompaña, co-existe con El eternamente, y el resplandor de Su gloria también co-existe con el Padre eternamente y participa de la misma sustancia, de la misma esencia y naturaleza divinas; entonces, por eso es que dice allí "engendrada"; antes que las fuentes de las muchas aguas, antes que los montes fuesen formados, antes de los collados, ya había sido Yo engendrada; ese Yo es la Sabiduría Personificada, el Verbo de Dios.
“No había hecho aún la tierra, ni los campos, ni el principio del polvo del mundo; cuando formaba los cielos, allí estaba Yo, cuando trazaba el círculo sobre la faz del abismo, cuando afirmaba los cielos arriba, cuando afirmaba las fuentes del abismo, cuando ponía el mar su estatuto para que las aguas no traspasasen su mandamiento, cuando establecía los fundamentos de la tierra, con El estaba Yo ordenándolo todo”.
Ésta es la Sabiduría Personificada de Dios; es el Verbo de Dios con El, o sea, con el Padre; con Dios estaba Yo; aquí vemos la co-existencia de la Sabiduría con Dios, la co-existencia del Verbo con Dios; por eso dice: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios; todas las cosas por El fueron hechas, y sin El nada de lo que ha sido hecho fue hecho"; dice: con El; esa es la coexistencia del Hijo con el Padre, del Verbo con Dios; con El estaba Yo ordenándolo todo y era su delicia de día en día; la delicia del Padre es el Hijo; Su delicia de día en día, teniendo solaz delante de El en todo tiempo.
Ahora, Este precioso Dios revelado en Su Hijo, dice: "me regocijo en la parte habitable de su tierra y mis delicias son con los hijos de los hombres”. Este Verbo, pues, es quien había de encarnarse.
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