SEFER YAH / alef / destello divino en la tierra desde la eternidad

   
 


 

 

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"SEFER YAH".
 
ALEF
 
 
DESTELLO DIVINO EN LA TIERRA
DESDE LA ETERNIDAD.
 
Yo soy Yahveh.
Yo soy el que soy.
Yahveh El Holam.
Yo soy El Shaday.
Yahveh Elohim.
Yahveh El Helion.
Adonay.
Adón Yahveh Elohim.
Yo soy Santo.
Santo soy Yo Yahveh Elohim.
No hay otro junto a Yahveh Elohim.
Yo Yahveh Elohim El Celoso.
Yahveh Elohim, Yahveh Uno.
El Elohim es Yahveh.
Elohim de todo saber es Yahveh.
Yahveh Elohy TSabaoth.
Adonay Yahveh.
Yahveh Elohim sin semejante.
Yahveh Elohim es Justo.
Yahveh Elohim desde la eternidad.
Yahveh Elohim Bendito de eternidad a eternidad.
Yah es Bueno.
Yah Yahveh.
Yahveh es Rey eternamente y para siempre.
Yahveh es Fiel.
La Fidelidad de Yahveh es para siempre.
Yahveh es Recto.
Yahveh es Puro.
Yahveh es Limpio.
Yahveh es Verdadero.
Yahveh es Creador.
Yahveh es Sustentador.
Yahveh es Redentor.
De Yahveh es el Reino.
Yahveh TSabaoth es el Rey de la Gloria.
Bueno y Recto es Yahveh.
Yahveh es Misericordioso y Clemente.
El consejo de Yahveh permanecerá para siempre.
Yahveh el Helion es Temible.
Grande es Yahveh,
Adonay Yahveh TSabaoth.
Yahveh es TodoPoderoso.
Yahveh Hacedor.
Yahveh permanece para siempre.
Yahveh es Perfecto.
Yahveh, eterno es Su Nombre.
Yahveh es Excelso.
Santo, Santo, Santo Yahveh TSabaoth.
Yahveh el Santo.
Yahveh es Juez, Yahveh es Legislador, Yahveh es Rey.
Yo Yahveh, el Primero.
Yo Yahveh, Este es Mi Nombre, y a otro no daré Mi Gloria.
Vivo Yo para siempre.
Ved ahora que Yo, Yo Soy,
y no hay dioses conmigo.
Yo Mismo Soy;
antes de Mi no fue formado Dios,
ni lo será después de Mi.
Yo, Yo Yahveh, y fuera de Mi no hay quien salve.
Yahveh dice: Yo Soy Elohim.
Yo Yahveh, Santo, Creador, Rey.
Yo Soy el Primero y Yo Soy el Postrero y fuera de Mi no hay Dios.
Yo Yahveh, que lo hago todo, que extiendo Solo los cielos, que extiendo la tierra por Mi Mismo.
Yo Soy Yahveh, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de Mi.
No hay más que Yo; Yo Yahveh, y ninguno más que Yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Yahveh soy el que hago todo esto.
Yahveh que creó los cielos dijo así: que El es Elohim, El que formó la tierra, El que la hizo y la compuso; no la creó en vano; para que fuese habitada la creó.
Yo Soy Yahveh, y no hay otro.
Yo soy Yahveh que hablo Justicia, que anuncio rectitud.
¿Quién hizo oír esto desde el principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino Yo Yahveh?
Y no hay más Dios que Yo;
Dios Justo y Salvador; ningún otro fuera de Mi.
Mirad a Mi, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque Yo Soy Elohim, y no hay más.
Por Mi Mismo hice juramento, de Mi boca salió palabra en justicia, y no será revocada: que a Mi se doblará toda rodilla y jurará toda lengua. Y se dirá de Mi: en Yahveh está la justicia y la fuerza.
¿A quién me asemejáis, y me igualáis, y me compa­ráis, para que seamos semejantes?
Yo Soy Elohim, y no hay otro Dios, y nada hay semejante a Mi, que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
Yo hablé y lo haré venir; lo he pensado, y también lo haré.
Yo Mismo, Yo el Primero, Yo también el Postrero.
Yahveh es Elohy TSabaoth; Yahveh es Su Nombre.
Yahveh es Dios Celoso y Vengador.
Yahveh es Vengador y lleno de indignación; se venga de sus adversarios y guarda enojo para sus enemigos.
Yahveh es tardo para la ira y grande en poder y no tendrá por inocente al culpable.
Yahveh es Bueno, Fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en El confían.
Yo Soy Gran Rey, dice Yahveh TSabaoth.
¿Quién es este Hermoso en Su vestido, que marcha en la Grandeza de Su Poder? Yo, El que hablo en Justicia, Grande para salvar.
Yahveh Yiréh.
Yahveh Rafah.
Yahveh Nissi.
Yahveh Raah.
Yahveh TSidkenu.
Yahveh Shalom.
Yahveh Shama. 
Yo lleno los cielos y la tierra, dice Adonay Elohim Yahveh TSabaoth El Holam El Helion El Shadday.
Esto y más ha dicho y revelado Yah acerca de sí mismo a los hombres y a los ángeles.
Yah es Yahveh, y Yahveh es El; El es Elohim,
y Elohim es traducido inspiradamente por Su Espíritu mediante Sus apóstoles como Theòs y significa Dios.
También Yahveh dícese Jehová.
Yah El,
Yahveh Elohim,
Jehová Dios.
Adón es traducido Kyrios y significa Señor, Soberano, Amo y Esposo.
Adonay, Mi Señor.
El Holam, Dios Eterno.
El Helion, Dios Altísimo.
Yahveh TSabaoth, Jehová de los ejércitos.
El Shadday, Dios TodoPoderoso, Divino Pecho Todosuficiente que alimenta, nutre, sustenta y hace florecer y fructificar.
Jehová el Proveedor, el Sanador, el Estandarte de nuestra Vanguardia y Victoria, el Pastor, Nuestra Justicia, Paz, Siempre ahí Presente.
Yahveh Elohim es Personal y tiene conciencia de sí mismo, se conoce y se revela.
Yahveh Elohim dice: Yo Soy.
Yahveh Elohim es Eterno.
Yahveh Elohim es Uno.
Yahveh Elohim es Amor.
Yahveh Elohim es Bueno, Fiel, Misericordioso y Clemente, Justo, Recto y Verdadero, Perfecto, Santo, Galardonador y Vengador.
Yahveh Elohim es Rey, Legislador y Juez.
Yahveh Elohim es Creador, Hacedor, Formador, Sustentador y Redentor.
Yahveh Elohim es Espíritu.
Yahveh Elohim es TodoPoderoso, Omnipotente.
Yahveh Elohim es TodoSapiente, Omnisciente.
Yahveh Elohim está todo en todas partes, Omnipre­sente.
Yahveh Elohim es antes de todo y sobre todo; es Trascendente.
Yahveh Elohim está en todo y todo en El; es Inmanen­te.
Yahveh Elohim es Inmutable, Nunca cambia.
Yo Yahveh no cambio, no mudo.
En Elohim no hay mudanza ni sombra de variación.
Yahveh Elohim es Padre Eterno,
Yahveh Elohim es Verbo Eterno e Hijo Eterno,
Yahveh Elohim es Espíritu Eterno.
Yahveh Elohim es Uno en Esencia y Trino en Persona.
Yahveh Elohim es Uno en Naturaleza y Trino en Hipóstasis o Subsistencia.
Yahveh Elohim dice: Yo, y dice: Nosotros.
Yahveh Elohim envía a Yahveh Elohim y a Su Santo Espíritu.
También Yahveh es Enviado de Yahveh.
El Ángel Yahveh es Yahveh y dice: Yo Yahveh.
Yahveh Elohim es Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Yahveh Elohim es Propio.
Yahveh Elohim es TodoAdorable.
¡Yahveh! ¡Yahveh! Fuerte, Misericordioso y Piadoso; Tardo para la ira y Grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al malvado; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera y cuarta generación.
Esto ha proclamado Yahveh de Sí mismo y ha decla­rado Su Nombre.
Yo Soy Jehová Tu Dios, Fuerte, Celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
Dios es Amor.
El Amor Divino es Eterno.
Dios ama con amor eterno.
Dios es Fuego Consumidor.
Dios es Santo.
Mirad la Bondad y la Severidad de Dios.
Soberano es Dios y Misericordioso.
Con Justicia juzga y pelea.
Yahveh Elohim, como Padre Eterno, ha engendrado Su Sabiduría eterna, que le acompaña desde la eternidad, y que está delante de Sí como un Consejero, el Verbo Divino, el Hijo Unigénito.
Yahveh Elohim, el Padre Eterno, al conocerse a Sí Mismo desde la eternidad, y a todas las cosas, engendró Su Sabiduría eterna.
La Divina Sabiduría es Eterna y tiene conciencia de Sí, tiene Hipóstasis, Subsistencia y Personalidad.
Por Su Divino Verbo Yahveh Elohim se revela según se conoce y dice: Yo Soy El que Soy.
La Sabiduría Divina y Eterna es el Verbo Divino y Eterno, Subsistente y Personal, que dice de Sí Mismo Yo Soy, así como el Padre Eterno dice Yo Soy.

El Padre Eterno Yahveh Elohim ha dicho a Su Hijo Unigénito:

Yo te engendré hoy.
Engendrado, no creado, porque es de la misma Esencia, Substancia, Naturaleza, Deidad y Divinidad.

Engendrado, no creado, porque ya era en el Principio, y nunca comenzó Yahveh Elohim a conocerse, sino que eternamente se ha conocido en, con, y por Su Divina Sabiduría Eterna, Subsistente y Personal, Tan Igual a Sí Mismo que es el Propio Carácter de Su Hipóstasis, la Impronta de Sí Mismo, La Imagen Subsistente y Personal de Su Propia Subsistencia y Persona.
Así pues, Yahveh Elohim es el Resplandor de la gloria de Yahveh Elohim.
Yahveh Elohim se revela según se conoce perfecta­mente a Sí Mismo como Yahveh Elohim.
Yahveh Elohim es el Padre Eterno.
Yahveh Elohim es también la Plenitud consciente, subsistente y personal del Divino Verbo, Sabiduría Divina Eterna, Revelación Divina Perfecta, Resplandor Divino de Divina Gloria, el cual también con el Padre es Yahveh Elohim, el Verbo Eterno, Hijo Eterno y Unigénito, Engen­drado, no creado, El Mismo y Único Dios Verdadero. Dios Verdadero de Dios Verdadero.
La Sabiduría Divina y Eterna, como subsistente y personal, dijo de Sí Misma: Yo, la Sabiduría, eternamente fui engendrada; con Yahveh estaba Yo antes de todas las cosas, delante de El como Su Consejero. Yahveh me poseía en el Principio, ya de antiguo, antes de Sus obras; eternamente tuve el Principado.
El Verbo Divino y Eterno, cual Divina Teofanía o Manifestación de Dios, es Yahveh, el Príncipe de los ejércitos de Yahveh, Yahveh Enviado de Yahveh, El Ángel Yahveh que dice: Yo Soy Yahveh, Yo Soy El que Soy.
Así ha dicho el Hijo Unigénito:
Antes que Abraham fuese, Yo Soy.

Padre, Glorifícame Tú, al lado Tuyo, con Aquella Gloria que Yo tuve ConTigo antes que el mundo fuese.

Como el Padre tiene Vida en Sí Mismo, así ha dado al Hijo el tener Vida en Sí Mismo.
Que todos honren al Hijo como honran al Padre.
El que no honra al Hijo, no honra tampoco al Padre.
El que no tiene al Hijo, no tiene tampoco al Padre.
El que no recibe al Hijo, no recibe tampoco al Padre.
El que Me recibe a Mi, recibe Al que me Envió.
Yahveh Elohim envía. Yahveh Elohim es enviado de Yahveh.
Si Me conocieseis, también a Mi Padre conocerías.
El que Me ha visto a Mi, ha visto al Padre.
Yo y el Padre Uno somos.
Yo Soy en el Padre y el Padre Es en Mi.
Tú, oh Padre, en Mi; y Yo en Ti.
Todo lo Tuyo es Mío y lo Mío Tuyo.
La Vida Eterna que estaba con el Padre se nos manifestó.
En el Principio Era el Verbo, y el Verbo era y estaba con Dios, y Dios era el Verbo. Este era en el Principio con Dios.
¿Cuál es Su Nombre y el Nombre de Su Hijo si sabes?
Y Aquel que es la Sabiduría Divina y Eterna, es también el Poder Divino y Eterno.
El Verbo es también el Único Dios, Yahveh Elohim.
El Verbo es Divino y Eterno como Sabiduría Divina y Eterna de Dios y como Poder Divino y Eterno de Dios.
El Hijo Unigénito del Padre es el Verbo Divino y Eterno.
El Hijo es Eterno con el Padre. Igual en Divinidad, en Esencia, en Substancia, en Naturaleza, en Sabiduría, en Poder, en Gloria.

El Hijo es la Sabiduría, el Poder, el Verbo, la Impronta, la Imagen, el Poder, la Gloria, de Dios.

El Único Dios Verdadero es conocido mediante el Hijo Unigénito, Divino, Eterno, Subsistente y Personal.
Agradó al Padre que en el Hijo habitase toda Plenitud.
El Hijo de Dios es Dios, Yahveh Elohim.
Cuando el Padre dice Yo Soy, revela poseer una Subsistencia Personal, La Persona Divina del Padre.
Cuando el Hijo dice Yo Soy, revela poseer también una Subsistencia Personal, la Persona Divina del Hijo.
Cuando el Espíritu dice Yo Soy, revela poseer igual­mente una Subsistencia Personal, la Persona Divina del Espíritu Santo.
El Padre ha dicho al Hijo: Mi Hijo eres Tú, Yo te he engendrado hoy; Tú eres Mi Hijo Amado en el cual Yo tengo contentamiento.
El Hijo ha dicho al Padre: Tú, oh Padre, en Mi, y Yo en Ti; Todo lo Tuyo es Mío y lo Mío Tuyo. Aquella Gloria que Yo tuve Contigo antes que el mundo fuese.
El Espíritu ha dicho: Yo los he enviado. Y ha dicho: Apartadme para Mí... Yo los he llamado.
El Espíritu no habla por Su propia cuenta, sino lo que oye;
El Espíritu glorifica al Hijo;
El Espíritu toma lo del Hijo, que también es del Padre, y lo entrega en Su Nombre.
Dios es Espíritu.
El Espíritu de Dios, que conoce las cosas profundas de Dios, que es Señor, que es Espíritu del Padre y Espíritu del Hijo, que procede del Padre y del Hijo, que convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio, que vivifica y da Vida Eterna y es Eterno, que Unge, Santifica, participa la Naturaleza Divina y llena de la Plenitud de Dios, que transforma, que contiene, presenta y transmite al Padre y al Hijo, Es también Dios Mismo, Yahveh Elohim.

El Espíritu vivifica y transforma en el Nombre del Hijo que a Su vez vino en el Nombre del Padre.

Yahveh Elohim es Uno en Esencia, Substancia, Naturaleza y Ser, y subsiste hipostática y personalmente en la Persona Divina del Padre, en la Persona Divina del Hijo y en la Persona Divina del Espíritu Santo.
Tres Personas Distintas y Un Solo Dios Verdadero, Yahveh Elohim.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Tres Personas Divinas que subsisten en la Misma Esencia y Naturaleza Divinas como Un Solo y Mismo Dios y Ser Divino; siendo coeternas, coexistentes, coinherentes e interpenetrables, siendo Una en la Otra, e interpenetrándose mutuamente a manera de Amor Divino TriPersonal en el que subsiste Una sola y misma Esencia, Naturaleza y Ser Divino.
Son Distintas (mas no en esencia ni naturaleza) las Tres Hipóstasis, Subsistencias y Personas del Único Dios Verdadero Yahveh Elohim, puesto que el Padre Eterno y Divino subsiste hipostática y personalmente como Aquel Invisible que engendra al Verbo y exhala al Espíritu; en cambio el Verbo Divino y Eterno subsiste hipostática y personalmente como el Hijo Unigénito engendrado del Padre, Imagen Suya y Resplandor de Su Gloria; y el Espíritu Divino y Eterno subsiste hipostática y personal­mente como Espíritu Procedente del Padre y el Hijo, en cuanto que el Padre no es Unigénito, ni Procedente; ni tampoco el Hijo puede dejar de ser Unigénito, y aunque procede del Padre, no procede de la misma manera que el Espíritu, pues el Hijo procede por Generación Divina desde el Padre, siendo así Unigénito del Padre desde la eternidad. En cambio el Espíritu procede del Padre y del Hijo.
El Padre y el Hijo participan en un Amor Común tan Pleno que al compartirse y expirarse es Plenitud Divina subsistente y personal y es el Espíritu Santo que procede del Padre y del Hijo.
Dios ha revelado, pues, que es Uno Solo y Trino. Dice: Yo, y dice: Nosotros.

Dijo en Sí Mismo: Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza.

Y dijo: Descendamos y confundamos su lengua, en Babel.
Y preguntó: ¿quién irá por Nosotros?, cuando el profeta Isaías, en días de Uzías rey de Israel, vio y oyó el Trisagio conque los serafines Le confesaban Tres Veces Santo.
Y el Hijo de Dios, refiriéndose a la venida del Otro Consolador, el Espíritu Santo, dijo: Mi Padre y Yo vendre­mos. Y al Padre dijo de los Suyos: que ellos sean uno en Nosotros.
Por ello el título Elohim que Dios usa apropiadamente, tiene la terminación "im" que en hebreo implica pluralidad en la singularidad; así como la palabra "uno" de la confesión básica del Monoteísmo en Deuteronomio 6:4 no es "Jahad" según la reformuló Maimónides en el siglo XII de la era cristiana y que no admite pluralidad, sino que es "ejad" que sí la admite dentro de su singularidad.
No obstante, aunque el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo subsisten propiamente cada Uno en la Divina Esencia Única de una manera particular y distintiva, siendo Coexistentes, sin embargo también son Insepara­bles, Coinherentes e Interpenetrables, perfectamente Unificables en Un Solo Ser Divino, Siendo Uno en el Otro, y estando Uno en el Otro y donde está el Otro, y como el Otro, siendo y actuando Juntos en un Solo Nombre, de tal manera que el Hijo que nos es dado como un niño es llamado sin mentira ni error: Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz. Y el que ha visto al Hijo, ha visto al Padre. Y pidiendo Su discípulo Felipe de Betsaida: -Muéstranos al Padre y nos basta, respondió el Hijo en primera persona: -Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y ¿no ME has conocido?...- Y enseñó que el Padre ES en el Hijo y el Hijo ES en el Padre. 

Y hablando el Hijo de la venida del Espíritu Santo, dijo en primera persona refiriéndose a aquello: -Yo no os dejaré huérfanos. Yo vendré a vosotros. De modo que la venida del Espíritu Santo es la venida pneumática del Hijo, y también del Padre, pues que dijo: -el Padre y Yo vendremos. Y así también está Escrito que El Señor ES el Espíritu. Y la Sagrada Escritura considera que el Espíritu de Dios morando, es el Espíritu de Cristo moran­do, y el Espíritu de Cristo morando es Cristo morando, y Cristo morando es el Espíritu del Padre morando, y por la morada del Espíritu del Padre, el Padre Mismo vivifica mediante Su Espíritu.
Y También se revela en la Sagrada Escritura que el decir del Hijo es el decir del Espíritu.
El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo se connumeran, pues, en la Sagrada Escritura divinamente inspirada por Dios.
Esto y más, entonces, ha revelado Yahveh Elohim de Sí mismo a los hombres y ante los ángeles, lo cual se ha recogido con la debida suficiencia, por inspiración divina, en las Sagradas Escrituras de la Antigua y Nueva Alianza, de un Mismo y Único Dios que se ha revelado progresiva­mente a los hombres, y cuyo Espíritu ha iluminado también progresivamente a Su Pueblo desde La Suma de la Palabra Divina, propuesta a la Fe de los Hombres una sola vez, en la consumación de los siglos, a la venida del Hijo de Dios Jesús el Cristo, Yahveh Salvador el Mesías.
El Padre ha confesado la Divinidad del Hijo ante los hombres y los ángeles cuando al introducir al Primogéni­to en el mundo dice: -Adórenle todos los ángeles de Dios. Y también dice al Hijo: Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo.
También el Hijo mismo ha confesado Su Divinidad cuando proclama en el Apocalipsis: Yo Soy el Alfa y la Omega, Principio y Fin, el que es y que era y que ha de venir, el TodoPoderoso, el Primero y el Ultimo; y el que Vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos .

Y El Espíritu confiesa la Divinidad del Hijo por los profetas y apóstoles enviados por Dios. Isaías le llama Dios con nosotros y Dios fuerte; y dice que el precursor del Mesías precursaría a Yahveh. Jeremías le llama Yahveh TSidkenu; Zacarías al igual que Moisés reconoce como Yahveh al Ángel Yahveh, y reconoce ser Yahveh Aquel que sería vendido por treinta piezas de plata, y traspasado, y que retornará glorioso con los santos al Monte de los Olivos. Pedro le llama Nuestro Gran Dios y Salvador Jesucristo al igual que Pablo, que además confiesa a Cristo como Dios Bendito por los siglos. Juan le llama al Verbo: Dios, y al Hijo de Dios: Dios Verdadero. Y Tomás le confiesa: Señor Mío y Dios Mío. Aún Su propio hermano Jacobo el Justo le confiesa Kyrios, Adonay. Y Jesús mismo recibe adoración.

Por otra parte, las Sagradas Escrituras consideran que mentir al Espíritu Santo es mentir a Dios.

Hasta aquí, pues, someramente, solo lo relativo a la Divinidad en su aspecto esencial, la Trinidad esencial en Sí Misma y ante Sí Misma y para Sí Misma, aunque también revelada en la economía divina a los hombres progresivamente y en parte; entre otros, a Adam, Abel, Set, Enós, Enok Jaredita, Matusalem, Noé, Sem, Abraham, Isaak, Jacob, Job, Elifaz Temanita, Bildad Suhita, Zofar Naamatita, Eliú ben-Baraquiel Buzita de Ram, Levi, Judá, José, Coat, Amram, Jocabed, Moisés, Aarón, Josué, como está Escrito en la Torah; y también en los Nebiim y Ketubim: Josué, Caleb, Eleazar, Finees, Otoniel, Débora, Gedeón, Abimelek Jerobaalita, Tola ben-Fúa ben-Dodo Isacarita de Samir, Jair Galaadita, Jefté, Manoa de Zora Danita, Sansón, Booz, Noemí, Ruth, Elcana, Ana, Samuel, David, Sadoc, Natán, Gad, Asaf, Coreítas, Hemán Ezraíta, Etán Ezraíta, Salomón, Agur ben-Jaqué, Ahías Silonita, Iddo, Semaías, Urías ben-Semaías de Quiriat-Jearim, Azarías ben-Obed, Hananí, Josafat, Micaías ben-Imla, Jehú ben-Hanani, Jahaziel ben-Zacarías ben-Jeiel ben-Matanías Asafita, Elías Tisbita, Eliseo ben-Safat, Jehú ben-Josafat ben-Nimsi, Eliezer ben-Dodava de Maresa, Joiada, Jonás ben-Amitai de Gat-hefer, Isaías ben-Amoz, Obed, Ezequías, Oseas, Joel, Amós, Abdías, Miqueas de Moreset, Nahum de Elcos, Habacuc, Josías, Jeremías de Anatot, Sofonías ben-Cusi ben-Gedalías ben-Amarías ben-Ezequías, Ezequiel ben-Buzi, Daniel, Ananías Sadrac, Misael Mesac, Azarías Abed-nego, Baruk, Hageo, Zacarías ben-Berequías ben-Iddo, Zorobabel, Josué ben-Josadac, Esdras, Nehemías, Mardoqueo, Ester, Malaquías. Y entre los dos Pactos: Judas Macabeo. Y en el Nuevo Testamento: Zacarías de la clase de Abías, Elizabeth, José ben-Jacob y ben-Elí, María de Nazareth, Juan el Bautista, Simeón de Jerusalem, Ana bet-Fenuel Aserita de Jerusalem, JESÚS EL CRISTO, Simón Cefas Pedro bar-Jonás, Jacobo bar-Zebedeo de Cafarnaum, Juan bar-Zebedeo de Cafarnaum, Andrés bar-Jonás, Felipe de Betsaida, Natanael Bartolomé, Mateo Leví bar-Alfeo, Tomás Dídimo, Jacobo bar-Alfeo, Judas Tadeo Lebeo bar-José, Simón cananita el Zelote, Matías, José Barsabás Justo, María Magdalena, Martha de Betania, Lázaro de Betania, Cleofás de Emaús, María de Emaús, Salomé, Jacobo el Justo, José bar-José, Simeón bar-José, Jacobo el Menor, José de Arimatea, Juana de Chuza, Susana de Galilea, Zaqueo, Jairo, Bartimeo, José Bernabé Levita de Chipre, Esteban, Felipe de Jerusalem, Prócoro de Jerusalem, Nicanor de Jerusalem, Timón de Jerusalem, Parmenas de Jerusalem, Nicolás de Antioquía, Eunuco de Candace Etiope, Ananías de Damasco, Pablo de Tarso, Eneas de Lida, Dorcas Tabita de Jope, Cornelio de Cesarea, Simón Níger, Lucio de Cirene, Manaén de Antioquía, Judas Barsabás, Silvano Silas, Loida de Galacia, Eunice de Galacia, Gayo de Derbe, Timoteo de Galacia, Lucas de Troas, Lidia de Tiatira, Carcelero de Filipos, Jasón de Tesalónica, Aristarco de Tesalónica, Segundo de Tesalónica, Tíquico de Asia, Trófimo de Efeso, Sópater de Berea, Dionisio Areopagita, Dámaris de Atenas, Aquila del Ponto, Priscila de Aquila, Crispo de Corinto, Sóstenes de Corinto, Apolos de Alejandría, Erasto de Corinto, Eutico de Troas, Agabo de Judea, Mnasón de Chipre, Publio de Malta, Tito de Grecia, Estéfanas Epeneto de Acaya, Fortunato de Corinto, Acaico de Corinto, Febe de Cencrea, María de Roma, Andrónico, Junias, Amplias de Roma, Urbano de Roma, Estaquis de Roma, Apeles de Roma, Aristóbulo de Roma, Herodión de Tarso, Narciso de Roma, Trifena de Roma, Trifosa de Roma, Pérsida de Roma, Rufo de Cirene, Asíncrito de Roma, Flegonte de Roma, Hermas de Roma, Patrobas de Roma, Hermes de Roma, Filólogo de Roma, Julia de Roma, Nereo de Roma, Olimpas de Roma, Lucio de Tarso, Tercio de Corinto, Cuarto de Corinto, Epafrodito Epafras de Colosas, Ninfas de Laodicea, Arquipo de Colosas, Onésimo de Colosas, Juan Marcos de Jerusalem, Jesús Justo de la Circunsición, Crescente, Carpo de Troas, Onesíforo de Efeso, Eubulo de Roma, Clemente de Roma, Pudente de Roma, Lino de Roma, Claudia de Roma, Artemas de Nicópolis, Zenas, Filemón, Apia de Colosas, Demetrio de Derbe, Lucas; y otros íntimamente allegados a la primera generación cristiana apostólica en que se completó la Fe dada completa a los santos: Policarpo de Esmirna, Antipas de Pérgamo, Papías de Hierápolis, Ignacio de Antioquía, Cuadrato...Todos estos recibieron Revelación del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; y sus nombres, algunos más que otros, son testigos o de la Antigua, o de la Nueva Alianza de Dios, con Israel y con la Iglesia de JesuCristo.

Y conforme a la promesa del Hijo de Dios, el Espíritu Santo ha iluminado progresivamente a la Iglesia de Dios y de Cristo, acerca de la Revelación de Sí Mismo en las Sagradas Escrituras, conduciéndola a toda verdad, usando el ministerio del Nuevo Pacto en hombres como: Justino Mártir que corroboró el cumplimiento mesiánico de las Escrituras en Jesucristo; Ireneo de Lyon que desenmascaró las herejías gnósticas, como también Hipólito de Roma, Novaciano y Tertuliano de Cartago frente al unitarismo monarquiano modalista; Atanasio de Alejandría, gran defensor de la confesión de la Divinidad del Hijo de Dios, como también Hilario de Poitiers en Occidente; Basilio Magno y Dídimo el Ciego confesores de la Divinidad del Espíritu Santo. Lo cual fue proclamado en su orden en el Primer Concilio de Nicea y en el primer Concilio de Constantinopla. Profundizada fue también la iluminación acerca de la Trinidad, así llamada por Teófilo de Antioquía y Tertuliano de Cartago por primera vez en griego y latín respectivamente en el siglo II, por Agustín de Hipona, Gilberto de la Porré, Tomás de Aquino y el Concilio de Florencia en lo relativo a la relación de las Personas. Andrew Murray ha señalado profundidades acerca del Espíritu de Cristo. Acerca de la coinherencia de las Personas ha insistido Witness Lee de Chefow, aunque advertido por Stephen Kaung para no permitir desliz al sabelianismo. Y frente a lo cual aquí sostene­mos la necesidad de velar para que la consideración de los aspectos económicos de la Trinidad en Su revelación a los hombres y a los ángeles, y en Su Don, no supedi­ten la Trinidad esencial a los accidentes de la economía. Pues la economía divina no puede traer mudanza a la inmutabilidad confesada por Dios de la Trinidad esencial, sino apenas revelación progresiva de Su Ser y Gloria, y participación de Su Naturaleza (aunque no de Su Deidad que solo a Dios mismo le es propia), y realización de los hechos eternamente decretados de Su Administración, cumplidos en el tiempo por Dios el Padre con el Hijo y el Espíritu para nuestro disfrute y glorificación corporativa: el Misterio de Cristo que es Su Cuerpo en Gloria para alabanza de la Gloria de Su Gracia en Su Preeminencia y Primogenitura; Participación de Su Vida y Naturaleza, y las de Cristo, para Conocimiento y Expresión de Su Gloria. Ahora aquí: Destello Divino en la Tierra desde la eternidad.

Esta es la administración apostólica del Misterio de Dios.
Primera Parte.
 
Compilado y escrito en el año de 1998, en la localidad de Teusaquillo, Santafé de Bogotá D.C., Colombia, América del Sur, por Gino Iafrancesco V.
 
 “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el TodoPode­roso”.
                                                                                                                                                                                                                     (Apocalipsis 1:8)

 
 

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