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Constitución tripartita del hombre.-
Resumiendo los numerales pasados acerca de la constitución del hombre, podríamos resumirlo así: el hombre, como templo de Dios, está compuesto de tres partes: el espíritu, el alma y el cuerpo, asemejados en el lugar santísimo, el lugar santo y el atrio del templo de Dios.
Con el espíritu, nosotros tenemos conciencia de Dios, mediante las funciones del espíritu, que podemos resumir en estas tres palabras: comunión, intuición y conciencia; conciencia, intuición y comunión, las funciones del espíritu del hombre.
El hombre también tiene, como lugar santo del templo que es él, el alma; el alma es el yo del hombre, es la personalidad del hombre, es el asiento de tres partes constituyentes del alma del hombre que son a saber: la mente, la voluntad y la emoción. Hemos estado considerando en los numerales pasados, distintos versos de la Biblia donde se nos muestran estas cosas, el sustento de estas declaraciones en las Sagradas Escrituras.
Entre las emociones, vimos también variedad de emociones; por ejemplo, emociones de afecto, de distintas clases de afecto, de deseo, de sentimientos, etc.; toda esta es el área de la emoción, que es una de las funciones del alma.
Y el atrio de este templo de Dios que es el hombre, es el cuerpo; en el cuerpo nosotros tenemos los sentidos, tenemos también distintos aparatos; por ejemplo: el aparato óseo, el circulatorio, el endocrino, el reproductor, el digestivo, el respiratorio, etc.; y distintos sentidos, que son, como por ejemplo, la vista, el olfato, el oído, el gusto, el tacto y otros sentidos como el que se llama el cenestésico o sentido del dolor, del cansancio, y también el llamado sentido vestibular o sentido del equilibrio; son distintos sentidos del cuerpo. Es decir, con el cuerpo nosotros tenemos contacto con el mundo exterior; el ser humano participa del universo visible y del universo invisible; el ser humano liga los dos universos; el ser humano es como un radio que tiene un receptor y un transmisor; el mundo invisible y la presencia de Dios se comunican con el espíritu del hombre, que pasando a través del alma del hombre, y del cuerpo del hombre, permiten
al Espíritu de Dios señorear en la naturaleza. La intención de Dios es pasar a través del hombre; el Espíritu de Dios quiere pasar al espíritu del hombre, y junto con el espíritu del hombre pasar por el alma del hombre, y por el cuerpo del hombre.
Entonces, resumimos a grandes rasgos estos numerales pasados, con esta declaración: el hombre es tripartito: espíritu, alma y cuerpo; en el espíritu tiene conciencia de Dios, con el alma tiene conciencia de sí mismo, y con el cuerpo tiene conciencia del mundo material; este es el templo que Dios se ha preparado para Sí mismo.
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