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De la teología dogmática y sistemática
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Capítulo VI
DE LA TEOLOGÍA
DOGMÁTICA Y SISTEMÁTICA[1]
Introducción
Vamos a continuar con la serie que hemos venido estudiando, en la cual se ha tratado sobre esos contenidos paulinos en la escuela de la obra, de la Teología Natural, de la transición entre la revelación general y la especial, en el lenguaje acostumbrado de la Teología, del lugar de la Bibliología, y en el capítulo anterior estuvimos hablando de la Teología Exegética y Bíblica. Hoy vamos a continuar tratando de la Teología Dogmática y Sistemática. Estamos solamente haciendo una introducción, observando los diferentes enfoques para acercarnos al depósito de Dios. A grandes rasgos recordamos que la Teología Natural se ocupa de lo que de Dios se conoce aparte de la revelación especial, aparte de las Sagradas Escrituras. A partir de la sola creación y de la sola conciencia, hay algo verdadero pero parcial que de Dios se puede conocer. Esos contenidos, lo que de Dios se conoce a través de la naturaleza, de la sola creación, de la sola conciencia del hombre, sin la revelación especial, sin las Sagradas Escrituras, esos contenidos pertenecen a lo que se ha dado en llamar Teología Natural; y algunos la llaman revelación general; es decir, algo parcial pero verdadero, que Dios ha dejado entrever a todos los hombres acerca de Sí mismo, mediante Sus obras. Eso es en síntesis los contenidos de la Teología Natural.
Luego vimos que de la revelación general se pasa a una revelación especial, a una intervención especial de parte del Señor en la historia, revelándose a través de hechos y palabras, como dice allí en la epístola a los Hebreos 1:1-2: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo”. Eso ya no es una deducción que se hace de la existencia de Dios a partir de las huellas de Dios en Su creación, lo cual corresponde a la Teología Natural, sino que ahora nos ocupamos es de la revelación especial. Se hace así la transición de la Teología Natural o revelación general a la revelación especial, con palabras de parte de Dios; la intervención histórica de Dios, revelándose, entrando a formar parte, y no cualquier parte, sino parte central e importante de la historia del hombre.
Vimos que el lugar antes de la Exégesis y la Teología Bíblica, es de la Bibliología, que es la que se ocupa del aparato en el cual nos viene el mensaje; no es el mensaje. La Bibliología nos muestra la historia del registro de esa revelación, de la colección de esos registros sagrados, de la transmisión del texto. La Bibliología nos presenta el plato en el que nos viene la sopa, pero el mensaje es la sopa. Ahora llegamos al lugar de lo que se ha dado en llamar Teología Exegética y Bíblica. La Teología Exegética se ocupa de la interpretación del texto; qué es lo que el texto sagrado tiene que decir. Hacer una exégesis es entender el mensaje del texto. La Bibliología nos muestra la historia del texto, y cómo el texto llegó a nosotros desde que comenzó a ser escrito, cómo se fue transmitiendo, se fue editando hasta que fue llegando a nosotros. Ese es el lugar de la Bibliología; pero la Teología Exegética estudia el texto; estudia autor por autor, estudia epístola por epístola, estudia pasaje por pasaje, verso por verso, si es necesario palabra por palabra, y aun raíz por raíz de las palabras, para entender el sentido del mensaje de Dios que viene en el texto. La Bibliología trata del aparato de transmisión, y la Exégesis trata de sacar el sentido del mensaje, pero haciéndolo texto por texto, autor por autor, incluso palabra por palabra cuando sea necesario.
Ahora vamos a ver otro enfoque para el depósito de Dios diferente a la Teología Exegética y Bíblica. La Teología Bíblica resulta de todo el proceso exegético de los autores. Resulta de ver todos los textos de Pablo y la esencia del pensamiento de Pablo, y de ahí tengo la teología paulina. Si hacemos lo mismo con Pedro, tenemos la teología petrina; si hacemos lo mismo con Juan, tenemos la teología juanina; si hacemos lo mismo con todos los autores del Nuevo Testamento, viendo su concordancia, tenemos la teología del Nuevo Testamento. Si hacemos lo mismo con el Antiguo, tenemos la Teología del Antiguo Testamento; y si aunamos las dos y vemos cuál es la esencia del mensaje de toda la Biblia, entonces tenemos la Teología Bíblica a partir de la Exégesis. El enfoque de la Exégesis es tomar autor por autor, texto por texto, pasaje por pasaje, verso por verso, frase por frase, palabra por palabra, raíz por raíz. Ese es un enfoque de acercarnos al depósito de Dios que ha sido entregado a la Iglesia, al pueblo de Dios.
El tema del texto
En cambio el enfoque de la Teología Dogmática, y que resulta en la Sistemática, como la Teología Bíblica resulta de la Exégesis, es por temas, ya no es por textos. En síntesis, en eso se diferencia el enfoque. La Teología Exegética estudia los textos; qué es lo que nos dice un texto. En eso se diferencia el enfoque. Lo que quiere dilucidar la Teología Exegética es cuál es el mensaje de este texto, de qué trata, cuál es su tema central, qué es lo que quiere decir, qué es lo que está diciendo este texto. Ese es el enfoque de la Teología Exegética. En cambio el enfoque de la Teología Dogmática es diferente. La Teología Dogmática enfoca los temas, ya no el sentido de un texto, sino qué es lo que toda la revelación, no importa en qué texto, dice acerca de tal tema. Estudiar por temas es un asunto, y estudiar por textos es otro asunto. Nosotros debemos hacer las dos cosas. Debemos estudiar por textos y estudiar también por temas. Cuando estamos estudiando por textos, estamos haciendo la exégesis de Génesis, la exégesis de Éxodo, la exégesis de Job, la exégesis de Marcos, la exégesis de Romanos, la exégesis de Apocalipsis. Eso es hacer exégesis. En sí es ver el contenido de ese texto. En cambio estudiar por temas es diferente, porque cuando tú estudias un tema de la Biblia, entonces sacas un poquito de este texto, otro poquito del otro texto, otro poquito del otro texto, porque lo estás persiguiendo es qué ha sido revelado acerca de determinado tema.
Si por ejemplo, el tema es la divinidad, qué es lo que Dios ha revelado acerca de Sí mismo, de Su divinidad, de Su esencia, de Su naturaleza, de Sus atributos, etcétera; entonces el tema es Dios. Tú ves algo de eso en un texto aquí, algo de eso en otro texto allá; entonces tu enfoque es diferente. Tu enfoque ahora es por temas. Tú quieres saber qué es lo que Dios ha revelado acerca de Sí mismo, entonces no puedes restringirte a estudiar un texto; a estudiar, por ejemplo, el sentido de la primera epístola a los Tesalonicenses. Ahí tú no puedes salir de Tesalonicenses, tienes que restringirte a esa epístola. Mas cuando tú vas a hablar de Dios, o digamos de la Divina Teleología, o sea del tema acerca de los objetivos de Dios, acerca del propósito eterno de Dios, entonces tú tienes que tener algo de esto en Génesis, algo en Romanos, algo en Efesios, porque tú estás buscando es un tema. Se le llama Dogmática porque una vez que se ha concluido lo que Dios ha revelado en las Escrituras acerca de determinado tema, eso se convierte en una proclamación dogmática; se descubre el dogma en la exégesis, pero de la exégesis pasa a la Dogmática; es decir, que así como la Bibliología es base necesaria para la Exégesis, para saber que tenemos interpretado el texto correcto, asimismo la Exégesis es necesaria, y la Teología Bíblica en General, a la Dogmática. ¿Por qué? Porque es después de la Exégesis que tú descubres de qué tratan los textos, qué temas tocan; entonces luego tú descubres la relación de un escrito con otro dentro de la misma Biblia, de un autor con otro, acerca de determinado tema. Cuando empiezas a tratar ese tema hasta llegar a una conclusión: Bueno, lo que la Biblia enseña por la exégesis de los textos, después de sacar la esencia del mensaje de los textos, entonces ya puedes entrar en la dilucidación de los temas.
Dogma
Por ejemplo, Dios es uno en esencia. Eso es una verdad revelada; a eso es a lo que se le llama un dogma, y de ahí la palabra Teología Dogmática. En el lenguaje popular y evangélico de ciertas corrientes de tipo pentecostal, a veces las personas se burlan y menosprecian la palabra dogma, y dicen: A nosotros no nos interesan los dogmas, nos interesan las Escrituras. Eso puede parecer muy espiritual a primera vista, pero no lo es en realidad, porque es la Escritura misma la que habla de dogmas. Solamente que cuando leemos en español, a veces no encontramos en nuestra traducción la palabra dogma, pero la palabra dogma sí es una palabra usada por el Espíritu Santo y por los escritores inspirados, y que se encuentra en el texto griego. Hay que tener el mamotreto griego para ver en el idioma original la palabra dogma, dentro de las Escrituras griegas del Nuevo Testamento.
La más esencial está en el libro de los Hechos de los Apóstoles, en el capítulo 16. Lo leemos primero en español, según la traducción que estamos usando aquí (Reina Valera 1960); luego vemos cuál es la palabra que ha sido traducida dogma a partir del original griego. Leemos Hechos 16:4: “Al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen”. Si hacemos una traducción interlineal o literalista a partir del original griego, dice: “Y conforme pasaban por las ciudades entregábanles para observarlos, los dogmas que habían sido decididos por los apóstoles y presbíteros que estaban en Jerusalén”. La palabra que en esta traducción que estamos usando aquí aparece como ordenanzas, en el idioma original es la palabra dogmas. Esa palabra dogma es una palabra conclusiva. Un dogma es una verdad conclusiva; es decir, se ha revelado que Dios es uno; entonces esa verdad conclusiva es un dogma. Aquí eso que llaman ordenanzas en esta traducción, fueron las conclusiones del concilio apostólico en Jerusalén. Hubo un concilio en Jerusalén, y había algunas cuestiones que dilucidar y entraron a hacerlo, y una vez que eso fue dilucidado, entonces fue proclamado de una manera autoritativa. Eso es lo que quiere decir la palabra dogma. Aquí aparece traducido como ordenanzas, pero realmente la palabra original es dogma. Esa palabra dogma no se refiere solamente a lo religioso. Hay otro contexto que vamos a mirar también en la Escritura, primero en esta traducción, luego en el original, en Lucas 2, para ver el uso de esa palabra en un sentido más secular. Leemos en Lucas 2:1: “Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto César, que todo el mundo fuese empadronado”. Se promulgó un edicto. Esa palabra que en esta versión en español es traducida edicto, en el original griego es la palabra dogma. Trasliteralmente dice: “Y sucedió en los días aquellos, que salió dogma de parte de César Augusto, de que fuera censada toda la tierra habitada”. Lo que aquí se traduce edicto, y en Hechos se traduce ordenanzas, en el idioma original es la palabra dogma. De ahí viene la palabra Teología Dogmática.
A veces hay palabras que son muy amplias, como por ejemplo la palabra economía, que a veces se traduce dispensación, o administración, o mayordomía, pero todos esos sentidos parciales están incluídos dentro de la palabra economía. El sentido de ordenanza como el de edicto, están incluídos en la palabra dogma. Son traducciones parciales, pero son válidas. Por eso a veces algunos traductores prefieren ser literalistas, y en vez de traducir edicto u ordenanza, colocan simplemente dogma, porque la palabra dogma ya se trasliteró al español sin traducir. Pero quise leer el pasaje de Augusto César, para mostrar el uso autoritativo de la palabra dogma; es decir, un dogma es una cuestión de autoridad, es una proclamación autoritativa.
¿Qué es Teología Dogmática? Es aquel enfoque de la revelación divina que procura conocer la revelación autoritativa de Dios, acerca de determinados temas. En la historia de la Iglesia se han tenido muchos concilios donde se han definido varios dogmas. Por ejemplo, el dogma de la Trinidad, el dogma de la encarnación, de las dos naturalezas, la divina y la humana de la persona de Cristo, el dogma acerca de la condición caída de la naturaleza humana. Lo que se definió como dogma en el primer concilio en Jerusalén por los apóstoles es la salvación por la fe, por gracia, mediante los méritos del Señor Jesucristo; es decir, la esencia del evangelio. No era cualquier ordenanza pequeña. Lo que se definió en Jerusalén es que somos salvos por gracia por medio de la fe en la persona del Señor Jesucristo, quien murió por nuestros pecados, y que para ser salvos no es necesario circuncidarse y guardar la ley de Moisés y depender de nuestros propios méritos para ser salvos. La salvación depende de lo que el Señor hizo por nosotros, y no de lo que nosotros pudiéramos hacer por nosotros mismos sin el Señor. La salvación depende de lo que el Señor ha hecho a nuestro favor. Es una conclusión definitiva. Podemos decir, una conclusión dogmática. Eso es lo que significa dogma.
Los temas de la Dogmática
La Teología Dogmática se ocupa es del tema; pero la Teología Dogmática tiene que descansar en la Teología Exegética. ¿Por qué? Porque la revelación de Dios quedó registrada en los textos, y el sentido de los textos es el que nos introduce en esos temas. Por eso es necesario primero tener la exégesis correcta, y entonces identificar los temas de los que Dios habla. Hay muchos temas en la historia del hombre, muchas cosas en las que se ocupan los seres humanos, pero la Palabra de la revelación de Dios se ocupa de ciertos temas específicos, ciertas cosas que Dios ha querido revelar a los hombres y que propone a la fe de los hombres; por eso se ha dado en llamar en el lenguaje teológico, revelación proposicional; es decir, la fe que una vez fue dada a los santos, lo que Dios ha dicho de Sí mismo, lo que Dios ha dicho de Sus planes, lo que Dios ha dicho de nosotros los hombres, lo que Dios ha dicho de la creación, tanto de la visible como de la invisible, lo que Dios ha dicho del mal, del pecado, de la salvación, de Cristo, de Su Espíritu, de la Iglesia, de la consumación de todas las cosas; todos esos son grandes temas revelados por Dios. Existe, pues, un dogma acerca de cada uno de esos temas revelados.
¿Cuál es el dogma acerca de Dios? Dios es uno, Dios es eterno, Dios es infinito, Dios es justo, Dios es santo, Dios es bueno, Dios es misericordioso, Dios es personal; aunque es uno en esencia se ha revelado como trino en persona. Esas son las conclusiones dogmáticas que surgen de la exégesis. ¿De dónde sale eso de que Dios es uno, de que Dios es personal, etcétera? Porque así se ha revelado Él, y esa revelación está registrada en textos. Cuando se hace el examen de los textos, la exégesis, se descubre que trata de ciertos temas, y en esos temas lo primero que Dios trata es acerca de Sí mismo, también trata acerca de Sus planes eternos, de Sus objetivos, de Su propósito, de Su programa; es algo que es objeto de revelación de parte de Dios. Es un regalo que Dios da a los hombres. Dios dice: Yo quiero esto, Yo mismo me propuse esto, este es el objetivo para el cual Yo creé, y los creé a ustedes, y los creé de esta manera, y ustedes son así. Dios ha revelado acerca de nosotros. ¿Quién es el hombre? ¿Cómo es el hombre? ¿Para qué fue creado el hombre? ¿Qué responsabilidad, qué misión tiene el hombre? ¿Qué destino o destinos pueden tener los hombres? Todo eso es revelado por Dios. La Teología se ocupa, como dice esa palabra, de la Palabra de Dios. La filosofía se ocupa de la sabiduría. Queremos saber qué es este asunto del ser y no ser, de la verdad, del conocimiento, de la conducta, todo este asunto de la ontología, de la metafísica, de la epistemología, de la gnoseología, de la ética, de la estética, que todo esto pertenece a la filosofía. Hay cosas que los hombres investigan palpando, y cada vez van ajustando sus hallazgos; eso va de abajo para arriba, pero la revelación viene de arriba para abajo; y la teología se ocupa de considerar qué es lo que Dios ha revelado. Claro, hay una historia de los textos, esa es la Bibliología; hay una exégesis de los textos, y una dogmática de los temas. Son distintas cosas. Nosotros debemos acercarnos al depósito de Dios por todos estos á
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