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DE LA TEOLOGÍA NATURAL[1]
Las palabras de Dios
Para poder descubrir algunas pistas de los contenidos paulinos de la escuela de la obra, estuvimos la vez pasada leyendo algunos pasajes, como Hechos capítulo 20 desde el verso 17; aquellos pasajes donde Pablo al despedirse menciona a grandes rasgos algunos contenidos en Efeso y en Asia; porque la intención que nos reúne es, con la ayuda del Señor, entrar en esos contenidos del consejo del evangelio, de la palabra de la gracia, para tener memoria.
Algunas cosas fueron mencionadas la vez pasada a vuelo de pájaro, pero ahora quisiera que las miráramos mejor. El consejo de Dios ha sido revelado por Dios. Esa palabra que Reina Valera usa: consejo, la palabra en griego quiere decir: propósito; entonces, como dice Pablo a los Corintios, el Espíritu revela las cosas profundas de Dios, o sea que el Espíritu del Señor es el que revela las intenciones de Dios.
Ahora, tenemos que acercarnos a esa revelación de Dios, a ese consejo de Dios, desde varios puntos. Quisiera que comenzáramos por los diferentes ángulos por medio de los cuales podemos acercarnos al consejo de Dios. Ya vimos que hay un contenido; ahora lo que vamos a estar viendo es algunas diferentes maneras de acercarnos a ese contenido. Ese es el contenido de la fe que una vez fue dada a los santos: es algo dado, un texto histórico, y ahora nos corresponde a nosotros encarar esa propuesta de Dios. Dios se metió en nuestro camino. Vamos a examinar, vamos a poner atención, vamos a seguir las pistas de lo que Dios nos dice, porque Él mismo se revela a nosotros. Entonces, voy a usar primeramente algunas palabras; vamos a ver primeramente, a manera solamente de mención, algunas cosas primeras y acercarnos a la revelación.
Primeramente veamos la palabra TEOLOGÍA. Es una palabra que viene del griego teos, que quiere decir DIOS, y logos, que quiere decir PALABRA; entonces digamos: las palabras de Dios. El Espíritu trata sobre las palabras de Dios; es lo que se ha dado en llamar Teología; o sea que la consideración de lo que Dios ha revelado es materia de la Teología, en sentido general. Cuando nosotros oímos la palabra Teología, debemos entender que es la consideración acerca de las palabras de Dios, o lo que Dios ha revelado, tanto acerca de Sí mismo, que sería la Teología propiamente dicha, porque se refiere a lo que Dios ha revelado de Sí mismo; pero como Dios también ha hablado acerca de otras cosas, entonces esas otras cosas son también palabra de Dios y también caben debajo de ese nombre que se ha dado históricamente en la historia de la Iglesia; es decir, Teología es, pues, el abordaje de la consideración de las palabras de Dios, de la revelación de Dios, pero como hay varios ángulos para examinar las palabras de Dios, varias maneras, digamos, varios tipos de abordaje hacia lo que Dios nos ha dejado como depósito, entonces por eso se puede hablar de distintos tipos de Teología o distintas clases de Teología.
Una es la que podríamos llamar TEOLOGÍA NATURAL; otra, Teología Bíblica; otra, Teología Sistemática; otra, Teología Histórica; otra, Teología Apologética. Hay otras más que no son tan comunes o tan centrales. Vamos a detenernos un poquito más en esta TEOLOGÍA BÍBLICA; podemos anteceder a ella, como base para la Teología Bíblica a la TEOLOGÍA EXEGÉTICA, que no es distinta a la Bíblica; solamente que la exégesis es un fundamento para descubrir lo que la Biblia dice; o sea que la Teología Exegética es la base de la Teología Bíblica. Entonces, vamos a entrar, una por una, para ver las distintas maneras de abordar el contenido de la revelación de Dios. Antes de la Teología Sistemática, tenemos la Teología Dogmática. Así como la Exegética sirve de base a la Bíblica, la Dogmática es base de la Sistemática. Por ahora, vamos a olvidarnos mientras tanto de estas últimas, las llamadas Teología Bíblica, Sistemática, Histórica y Apologética.
Vamos a detenernos un poquito en la TEOLOGÍA NATURAL, que ya mencionamos la vez pasada. ¿Por qué hacemos esto? Porque la misma Biblia enseña que hay una especie de revelación general de Dios fuera de la Biblia, en la sola naturaleza; pero hay una revelación especial de Dios; o sea que podríamos decir que Dios ha revelado algo de Sí mismo en forma general a todos los hombres, a través de la naturaleza, pero ha revelado de manera especial, con una intervención especial en la historia de Israel y de la Iglesia, una revelación que podemos llamar entonces, especial. Digamos que la Teología Natural se ocupa de la revelación general, lo que Dios ha hablado o revelado de Sí mismo a todos los hombres, aparte de la Biblia, aparte de la historia de Israel. Basta simplemente con existir y estar en el planeta Tierra para ya descubrir señales de Dios; entonces, todo lo que se refiere a lo que Dios ha revelado a los hombres en general, fuera de la Biblia, es lo que estamos llamando una revelación general. La Teología Natural, por eso se llama Natural, y se ocupa de esos contenidos; de lo que Dios ha revelado de Sí mismo a todos los hombres, aparte de la Escritura, aparte de su intervención especial, salvadora, a través de Abraham, Isaac, Jacob, de Moisés, de los profetas, del Señor Jesucristo, de los apóstoles, de la Biblia. Revelación especial, estamos llamándole a Su intervención específica que es el contenido de la Teología Bíblica, Sistemática, Histórica; la Apologética toma de las dos, de la natural y de las otras; entonces, vamos a detenernos por ahora en la Teología Natural un poquito.
Definimos TEOLOGÍA NATURAL como aquello que de Dios se conoce por medio de las obras creadas, sin la revelación especial, aparte de la Biblia. Eso en forma resumida es lo que es la Teología Natural. Ahora bien, la Biblia misma, pregunto a los hermanos, ¿da pie o da lugar para la Teología Natural? Si la Biblia misma valida el lugar de la Teología Natural, entonces nosotros tenemos que hacerle lugar, y luego tenemos que ver cómo le hicieron lugar los apóstoles y otros siervos de Dios en la Biblia.
Fuentes de la Teología Natural
Entonces, el primer cuestionamiento es éste: ¿La misma Palabra de Dios, la revelación especial, reconoce que fuera de la Biblia se puede encontrar algo de Dios? ¿que se pueda conocer algo de Dios, no todo, pero algo de Dios, fuera de la Biblia? ¿O lo que conocemos de Dios lo conocemos sólo y únicamente a través de la Biblia y por lo tanto quedan excusados todos los que nunca oyeron de la Biblia? ¿O la Biblia misma enseña que existe algo que Dios ha revelado en general a todos, aunque nunca hayan oído hablar de la Biblia y que por lo tanto, nadie está con excusa? Entonces, podemos ver algunos pasajes. La vez pasada mencionamos algo, pero ahora me gustaría que le dejemos decir a la Teología Natural del apóstol Pablo. Vamos a ver los argumentos de la Biblia en favor de la Teología Natural. El pasaje clásico que valida el lugar de la Teología Natural es Romanos capítulo 1:18-32:
“18Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad; 19porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 24Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, 25ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. 26Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, 27y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío. 28Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, 31necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican”.
Vamos a la enseñanza apostólica por el Espíritu Santo a descubrir allí en la argumentación, el lugar de la Teología Natural, y si lo descubrimos aquí en este pasaje, entonces nosotros tenemos que hacerle también lugar; tenemos que reconocer el lugar de la Teología Natural, de lo cual la Biblia habla. ¿Por qué? Porque a veces cuando estamos en el mundo, nos olvidamos que el concepto que tenemos de la Biblia no es el mismo que otras personas tienen; entonces, para ti es suficiente que alguien te diga: Pero está escrito en la Biblia, en tal capítulo, en tal versículo; para ti es suficiente, pero todavía no para el que aún no cree o no conoce la revelación especial de Dios que está en la Biblia; entonces es necesario operar con otros argumentos.
Mis hermanos recordarán que el Señor Jesús mencionó una palabra (Lucas 17:7ss.), un verbo: ARAR. Ustedes recuerdan cuando el Señor habló de arar. Él dice que había un siervo que volvió de estar arando y también apacentando las ovejas y llegó a la casa su señor y antes de servirse para él mismo, entonces él tenía que prepararle la mesa a su señor y después comer. Entonces había que ministrarle al Señor en la mesa. Ese es el trabajo de los siervos; es un trabajo devocional, esa vida privada, ese ministerio sacerdotal. Servirle la mesa es un trabajo. Otro trabajo era el de apacentar las ovejas; pero el Señor Jesús mencionó un trabajo: ARAR; y mis hermanos saben que arar no es sembrar. Sembrar la semilla es predicar el evangelio. La semilla, la simiente, es el evangelio; pero fíjese que muchas veces el terreno está lleno de piedras, de raíces, y no está como preparado todavía para hacer una siembra normal.
Hay personas a las cuales se les puede hablar directamente de la salvación, pero hay otras personas que están llenas de argumentos; es decir, de piedras y raíces entrelazadas, que antes de poder sembrar, hay que hacerle otro trabajo que se llama arar. Arar quiere decir: sacar todas esas piedras, cortar todas esas raíces, voltear “patas arriba” la tierra y todos esos supuestos agarraderos que tenían en el mundo como razón de las cosas por las cuales no tenían lugar para el evangelio del Señor. Ahora cuando hemos volteado “patas arriba” la tierra, ahora está un poco más preparado para que se siembre el evangelio; o sea que sí hay una argumentación anterior al evangelio mismo, en algunas ocasiones. A veces hay que hacer ese trabajo de arar; tiene que haber hermanos en la Iglesia que sean entrenados por el Señor para arar, porque a veces tenemos que dar un testimonio del Señor en determinados campos, pero hay campos que están llenos de piedras, raíces, plantas extrañas, no plantadas por el Padre, las cuales tienen que ser desarraigadas para que se pueda plantar; por eso a veces no podemos evangelizar, porque hay demasiadas otras voces que tienen que ser calladas primero, tienen que ser demostradas como faltas. Entonces la Teología Natural nos aporta algo para arar, y la Teología Apologética también nos aporta algo para arar. La Teología Natural tiene muchos rasgos importantes y nosotros debemos aprender a conocer también el lugar que le da la Biblia, una vez que la Biblia nos autoriza a darle cierto lugar, no demasiado, ni tampoco muy estrecho, sino el que la Biblia le da. Una vez que la Biblia nos autoriza a darle un lugar a la Teología Natural, entonces nosotros debemos darle el valor y debemos conocer las limitaciones de la Teología Natural para poder hablar con los hombres en el mundo, con sus propias categorías, apelando a su propia naturaleza para después irlo llevando poco a poco al lugar en que él pueda aceptar una revelación especial que se dio en la historia y que está registrada en las Sagradas Escrituras. Amén.
Entonces ahora sí vamos a Romanos, capitulo 1, versos 18 y siguientes, versión Reina- Valera de 1960, que es la que tenemos aquí. “Porque la ira de Dios se revela”. Tenemos un pedacito de revelación divina; la redención se revela más claramente en la Biblia, en la historia de la salvación, pero la ira de Dios también se revela. “La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”. Fíjense en esta palabra. Aquí habla de que la ira de Dios se revela, ¿se revela contra quién? Contra la injusticia y la impiedad de los hombres que con injusticia detienen ¿qué? la verdad. Ahora, esta verdad a que se está refiriendo aquí no es necesariamente todo el detalle de la revelación especial, pero sin embargo, el Espíritu Santo utiliza por mano del apóstol Pablo una expresión: “La verdad”; o sea que hay algo de la verdad de Dios que se conoce desde la creación y que los hombres son injustos contra Dios al rechazar esa verdad que Dios revela; o sea que esa verdad que con injusticia e impiedad los hombres rechazan, esa verdad es conocida a partir de la creación, porque aquí no está hablando como vamos a ver con el resto del contexto, no está hablando de la verdad de la persona del Señor Jesús, de su muerte en la cruz, etcétera. Eso fue revelado en forma especial después, pero por el contexto que vamos a ver aquí en los versos siguientes nos vamos a dar cuenta de que esa expresión, "la verdad", se refiere a algo que de Dios se puede conocer antes de Jesucristo y aun antes de conocer que existe un libro de Dios que se llama “la Biblia"; entonces esa verdad, dice, es injusta e impíamente detenida por los hombres; o sea que sí hay una verdad delante de todo hombre desde el momento en que se da cuenta de que aparte de él algo existe, y no sólo que él existe, sino que existe algo más. Ya hay algo de Dios que se está revelando, y como cuando yo me di cuenta que yo existía, ya existía otra cosa, ¿de dónde viene esa cosa? ¿y de dónde esa otra cosa? porque ciertamente yo no me inventé eso; así que lo que existe es un algo tenue de la Teología Natural.
Contenido de la Teología Natural
Solamente la existencia de las cosas, es ya una señal de Dios, es una huella del Creador. Aunque nunca leíste la Biblia, aunque nunca has leído el nombre de Jesucristo, existe algo y hay conciencia de esa existencia. Aparte de Él existe el mundo; entonces hay un testimonio en la naturaleza; o sea que sí existe algo de verdad revelado. “La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad”; o sea que hay una verdad acerca de Dios para con la creación, revelada desde la creación, como vamos a ver en los versos siguientes, y que los hombres cuando la detienen sin derecho, están siendo injustos e impíos con Dios, y aunque no conozcan la Biblia ni hayan oído del nombre de Jesucristo, ya no tienen excusa, porque ciertamente no se les va a pedir cuenta por lo que no se les reveló, pero por esa manifestación divina de la verdad parcial en la naturaleza por sólo existir, por eso se les va a pedir cuenta, y en eso han sido injustos y han sido impíos, y por eso con justicia la ira de Dios se revela. “Porque", y Pablo va explicando el verso anterior con el siguiente versículo; ese es el estilo de Pablo: él da un argumento ya concluido, y luego empieza a sustentar a través del otro; es decir, empieza a decir cómo fue que llegó a esa conclusión que acaba de presentar de sopetón. Ahora empieza a explicar cómo fue que se detuvo la verdad. "Porque lo que de Dios se conoce”, o sea que hay algo que de Dios se conoce; esto que de Dios se conoce es el contenido de la Teología Natural; esa es la verdad que los hombres detienen con injusticia e impiedad. Lo que de Dios se conoce. "Lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó"; o sea que hay cosas de Sí mismo que Dios ha manifestado; por eso hablamos de una revelación general a todos los hombres aparte de la Biblia, y solamente a partir de la sola naturaleza. “Lo que de Dios se conoce ha sido manifestado, porque Dios lo ha manifestado"; es decir, Dios ha hecho que queden huellas de Él en Sus criaturas, en Su creación. Cuando Él nos hace algo, hay una intención de Dios; en toda la creación de Dios, Dios está dejando huellas manifiestas. ¿A quién se lo manifestó Dios? A todos los hombres; por eso es una revelación general, una manifestación de algo de Dios; no estamos diciendo que todo lo de Dios se conoce por la sola creación, pero sí algo. Lo que de Dios se conoce es general, y detener esa verdad es injusticia e impiedad que merecen la ira de Dios; eso es importante. “Porque...”, ahora va a volver a explicar cómo es eso de que, bueno, allí hay una verdad: ahora explicó que sí hay cosas que se conocen de Dios que Dios ha manifestado; eso fue en el verso 18, pero ahora va a explicar en el verso 19, a qué se refiere eso que Dios manifestó acerca de Sí mismo. “Porque...”, nótese que cada versículo ha empezado con un “Porque”. “Porque las cosas invisibles de Dios...”. Porque algunos dicen: Yo no veo a Dios por ninguna parte, pero aquí habla de cosas invisibles de Dios manifiestas por Dios a todos los hombres, sin excusa desde la creación.
“La
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