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La voluntad, función del alma.-
Continuando en el presente numeral con el estudio que estamos trayendo acerca de las funciones del alma humana, a diferencia del espíritu del hombre, que no son la misma cosa, vamos a considerar algunos de los versos donde se nos habla de la función de la voluntad como correspondiente al alma del hombre.
Comenzamos en Números, capítulo 30, verso 2; allí leemos: "Cuando alguno hiciere voto a Yahveh, o hiciere juramento ligando su alma con obligación, no quebrantará su palabra, hará conforme a todo lo que salió de su boca"; vemos, pues, aquí que se nos habla de hacer voto o juramento el alma con obligación. Ligar el alma con obligación es una firme determinación, es un voto, o es un juramento; o sea, el alma es la
que decide; aquí vemos como facultad del alma a la voluntad; la voluntad siendo facultad del alma.
Podemos leer en Deuteronomio, capítulo 21, el verso 14, de la siguiente manera: "Y si no te agradare, la dejarás en libertad; no la venderás por dinero, ni la tratarás como esclava, por cuanto la humillaste"; allí, aquella expresión que, en la versión Reina-Valera del ‘60 que estamos leyendo, nos dice: la dejarás en libertad, en el original hebreo se podría traducir: "la dejarás al agrado de su alma"; el agrado de su alma es libertad; dejarás que ejecute según haya escogido con su libre albedrío; así es el alma; el agrado del alma es la libertad del alma, propia de esta función del alma.
Podemos seguir a lo largo de las Escrituras, pues estamos espigando algunos versos importantes; lógicamente que no podemos tomarlos todos; vamos a leer en el libro de Job, en el capítulo seis, el verso siete: nos dice allí: "las cosas que mi alma no quería tocar, son ahora mi alimento"; vemos, pues, aquí que el alma es la que quiere, o la que no quiere; cuando usted está queriendo algo, esa es su alma; cuando usted no quiere algo, esa es su alma; y en Job 7:15 también leemos algo parecido: "Y así mi alma tuvo por mejor la estrangulación y quiso la muerte más que mis huesos"; así que vemos al alma teniendo por mejor cierta cosa, y también queriendo tal cosa; así que ésta es la función de la voluntad en el alma.
Vemos, por una parte, esa emoción de deseo, y a la vez, esa decisión conforme a esa emoción de deseo radicada en el alma del hombre; Salmos capítulo 27, el versículo doce, para terminar en este numeral estas citas, leemos también: "No me entregues a la voluntad de mis enemigos"; el original dice: "No me entregues al alma de mis enemigos”, dice el hebreo; y el Salmo en la versión Reina-Valera traduce a la voluntad; vemos, pues, aquí confirmado que la voluntad es una función del alma del hombre.
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