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Nutridos.-
En la primera carta de Pablo a Timoteo, capítulo cuatro, verso 6, leemos que le escribía Pablo: "Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido".
Quisiera llamar la atención, con la ayuda del Señor, a la expresión "nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido". Nutrido, no solamente instruido; sí, la palabra del Señor nos instruye, pero aquí el apóstol Pablo está utilizando la palabra “nutrido”.
La intención de Dios es nutrirnos; la palabra de Dios no tiene como meta solamente nuestra mente para instruirnos, para enseñarnos mentalmente; la intención de Dios con Su palabra es nutrirnos; por eso el Señor Jesús dijo que sus palabras son Espíritu y son vida. La vida de Dios es la que nos nutre, y el aliento de Dios es el que alimenta nuestro hombre interior. Por eso la palabra del Señor es para nutrirnos.
Cuando nos acercamos a la palabra del Señor, no debemos acercarnos solamente para leer con nuestra mente, sino que con nuestro espíritu debemos estar en dialogo con el Señor, leyendo lentamente, para que así el Espíritu de la palabra toque nuestro espíritu y nos nutra.
Hemos visto que Dios se presenta como comida para comer, como pan de vida, como leche espiritual, como carne sólida; también se presenta como aguas para beber; el Señor se presenta como la vid que debe dar fruto en nosotros; el Señor se presenta, pues, no como algo meramente mental, sino como Alguien espiritual. Lógicamente que también nuestra mente saca fruto; y no estamos en ningún momento despreciando nuestra mente, porque debemos amar a Dios también con toda nuestra mente; pero la palabra del Señor es para nutrirnos.
Nutrirnos. Muchas veces podemos tener un buen entendimiento en la mente, pero estar débiles en el hombre interior; por eso es necesario invocar al Señor, beber del Espíritu, leer la palabra detenidamente atendiendo en nuestro espíritu al Señor mismo y su mover, para ser nutridos por la palabra de Dios, para ser fortalecidos en el contacto directo y espiritual con Él; por eso es que se nos habla de leche espiritual, por eso se nos habla de pan celestial, por eso se nos habla de vianda, por eso se nos habla de aguas vivas; ¿para qué? para nutrirnos; la intención de Dios es nutrir con Su propio elemento el hombre interior nuestro.
Nutrido con las palabras de la fe y con la buena doctrina que has seguido; es Dios mismo transmitiéndose a través de Su palabra que es Espíritu y es vida, y va dirigida a nuestros espíritus para que nuestro hombre interior sea fortalecido con la palabra del Señor. El Señor nos bendiga.
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